En yoga, una de las posturas más utilizadas es la tabla, también conocida como Phalakasana. Esta postura es excelente para fortalecer los brazos, abdomen y piernas.
Para realizar la tabla, debes colocarte en posición de plancha, con los brazos estirados y los hombros alineados con las muñecas. El cuerpo debe formar una línea recta desde la cabeza hasta los talones.
Al mantener la tabla durante unos minutos, fortalecerás tus músculos y mejorarás tu equilibrio. Además, esta postura ayuda a desarrollar la fuerza en el core y a tonificar los músculos abdominales.
En yoga, la plancha se conoce como Phalakasana, derivado de la palabra sánscrita "Phalaka" que significa "tablero" o "tabla".
La plancha es una postura de fuerza que se realiza en posición de tabla, sosteniendo el cuerpo en línea recta desde la cabeza hasta los talones, con los brazos extendidos y los hombros alineados sobre las muñecas.
Practicar la plancha en yoga ayuda a fortalecer los músculos del core, los brazos y las piernas, mejora la estabilidad y la resistencia, y también trabaja la concentración y la coordinación.
La plancha es una postura fundamental en muchas secuencias de yoga y se puede modificar según el nivel de práctica de cada persona, permitiendo así adaptarla a diferentes necesidades y habilidades.
La postura de la tabla, también conocida como Phalakasana en sánscrito, es un ejercicio de yoga que fortalece los músculos del cuerpo, especialmente los brazos, abdominales y espalda. Es una postura fundamental que ayuda a mejorar la postura y aumentar la resistencia física.
Para realizar la postura de la tabla, comienza en posición de tabla sobre tus manos y tus pies, manteniendo una línea recta desde los hombros hasta los talones. Asegúrate de que tus **manos** estén justo debajo de los hombros y tus **dedos** estén extendidos para distribuir el peso de manera uniforme.
**Mantén** tu abdomen contraído y los glúteos activos para evitar que las caderas se hundan o se levanten. Respira profundamente y mantén la postura durante al menos 30 segundos, aumentando gradualmente el tiempo a medida que fortaleces tus músculos.
Es importante escuchar a tu cuerpo y no forzar la postura. Si sientes dolor en las muñecas o en la espalda baja, puedes modificar la postura bajando las rodillas al suelo o apoyándote en los antebrazos en lugar de las manos. Recuerda siempre mantener la alineación correcta y disfrutar del desafío que esta postura puede ofrecer.
Las posiciones de yoga se conocen como asanas, que son posturas físicas que se practican durante una sesión de yoga. Cada asana tiene un nombre en sánscrito y se realiza con el objetivo de mejorar la flexibilidad, fuerza y equilibrio del cuerpo.
En total, hay cientos de asanas diferentes que se pueden practicar, algunas más sencillas y otras más desafiantes. Cada posición de yoga tiene beneficios específicos para el cuerpo, la mente y el espíritu, favoreciendo la relajación, la concentración y el bienestar general.
Algunas de las posiciones de yoga más conocidas incluyen el perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana), la postura del árbol (Vrksasana) y la cobra (Bhujangasana). Cada una de estas asanas se enfoca en trabajar diferentes áreas del cuerpo y en promover la conexión con la respiración.
La palabra asana es un término sánscrito que se refiere a la postura física utilizada en la práctica de yoga. En la tradición del yoga, las asanas son una parte fundamental de la disciplina y se practican para mejorar la salud física, mental y espiritual.
Cada asana tiene un nombre específico y se realiza siguiendo una serie de pasos y técnicas para obtener los beneficios deseados. Algunas asanas son más exigentes que otras y requieren fuerza, flexibilidad y equilibrio para ser realizadas de manera adecuada.
Las asanas no solo benefician el cuerpo físico, también ayudan a calmar la mente, reducir el estrés y mejorar la concentración. Muchas personas encuentran en las asanas una forma de conectar con su interior y de encontrar equilibrio en medio de la agitada vida moderna.