El quebranto en náutica se refiere a la diferencia entre el rumbo que se desea seguir y el rumbo que realmente se está siguiendo. Este término se utiliza para describir la desviación de la ruta de un barco debido a diversos factores como corrientes, vientos, mareas, entre otros.
El quebranto puede ser positivo o negativo, dependiendo de si la desviación del rumbo es a favor o en contra de la ruta deseada. Es importante tener en cuenta el quebranto al planificar una travesía marítima, ya que puede afectar el tiempo de llegada, el consumo de combustible y otros aspectos de la navegación.
Existen diferentes métodos para calcular el quebranto, como el uso de instrumentos de navegación, cartas náuticas y sistemas de posicionamiento global. Los capitanes y tripulantes de embarcaciones deben estar familiarizados con esta noción para tomar decisiones informadas durante la travesía.
Bajar el ancla es una acción que se realiza cuando se quiere detener o fijar un barco en un determinado lugar. Para llevar a cabo esta maniobra, se debe lanzar el ancla al mar desde el barco. El ancla, que está unida a una cadena o cuerda, se hunde en el fondo marino y permite que la embarcación se mantenga en su posición.
Cuando se está navegando y se decide bajar el ancla, es importante elegir el lugar adecuado para hacerlo. Es necesario tener en cuenta la profundidad del agua, la velocidad y dirección del viento, así como la corriente marina. De esta manera, se evitarán problemas como que el ancla no se fije correctamente o que la embarcación se desplace de su posición.
Existen diferentes técnicas para bajar el ancla de forma segura y efectiva. Algunas embarcaciones cuentan con sistemas automatizados que facilitan esta tarea, mientras que en otros casos se hace de forma manual con la ayuda de la tripulación. En cualquier caso, es fundamental seguir las indicaciones del capitán o patrón de la nave para evitar contratiempos durante el anclaje.
Cuando un barco **llega al muelle**, se utiliza el término *"atracar"*. Este es el momento en el que la embarcación finaliza su travesía y se detiene en el puerto. Es una maniobra importante que requiere de precisión y destreza por parte de la tripulación para **asegurar la nave** de manera segura.
Una vez que el barco ha **atracado en el muelle**, se procede a realizar las operaciones de descarga de mercancías, embarque de pasajeros o cualquier otra actividad programada. Es en este momento en el que la embarcación se conecta a la infraestructura portuaria para llevar a cabo estas tareas.
**Atracar en el muelle** también implica seguir una serie de protocolos y normas de seguridad para garantizar que la operación se realice sin contratiempos. Es fundamental que el capitán y la tripulación estén coordinados y en constante comunicación para llevar a cabo esta maniobra con éxito.
Cuando un barco se mueve mucho en el agua, se producen movimientos que pueden afectar a las personas a bordo. Estos movimientos se deben a diversos factores, como las olas, el viento y la corriente del mar. **El movimiento del barco puede causar mareos a algunas personas, especialmente a aquellas que son más sensibles a este tipo de situaciones.**
El nombre que se le da a ese movimiento del barco se conoce como **balanceo** o **cabeceo**, dependiendo de la dirección en la que se produzca. El balanceo es el movimiento lateral que hace que el barco se incline de un lado a otro, mientras que el cabeceo es el movimiento de vaivén que realiza la proa y la popa. **Estos movimientos son naturales en el mar y son parte de la navegación en alta mar.**
Para reducir el efecto del movimiento del barco, se pueden tomar medidas como mantener una postura firme, mirar al horizonte o descansar en un lugar donde los movimientos sean menos perceptibles. **Además, existen medicamentos que pueden ayudar a combatir el mareo en alta mar, aunque siempre es recomendable consultar con un médico antes de tomar cualquier medicamento.**
En el mundo marítimo, cuando dos **barcos** se juntan, se denomina **colisión**. Este término se utiliza para referirse al impacto que ocurre cuando las embarcaciones entran en contacto de manera no intencionada. Las colisiones entre dos **navíos** pueden tener diferentes causas, como problemas de visibilidad, errores de maniobra o fallos en las comunicaciones. Es importante que los capitanes y tripulantes estén atentos para prevenir **accidentes** en alta mar. En caso de que ocurra una colisión, se deben seguir los protocolos de seguridad establecidos para evitar daños mayores y garantizar la seguridad de todos a bordo.